domingo, 20 de junio de 2010

EMBARAZO

Mes 1: Mide 4 mm y pesa 1 g. Desarrollo incipiente de la cabeza. El corazón ya late
Mes 2: Mide 3 cm y pesa 3 g. Desarrollo de brazos y piernas, así como del cerebro y órganos internos.
Mes 3: Mide 10 cm y pesa 45 g. Desarrollo de los párpados y movimiento de las extremidades
Mes 4: Mide 15 cm y pesa 180 g. Se cubre de lanugo. El intestino comienza a llenarse de meconio. La piel es todavía muy fina, casi transparente.

Mes 5: Mide 18 cm y pesa 500 g. Crece el cabello de la cabeza, pestañas y cejas. Desarrollo del sistema inmunitario

Mes 6: Mide 25 cm y pesa 1000 g. La cara ya está completamente formada. La piel se cubre de un material graso llamado vérnix caseoso. Abre los ojos y se mueve mucho.
Mes 7: Mide 30 cm y pesa 1500 g. Comienzan a moverse los pulmones. Aumenta la grasa subcutánea y ya no cabe bien en el útero.
Mes 8: Mide 35 cm y pesa 2500 g. Generalmente se pone boca abajo (posición cefálica) Se engrosa la piel, adquiriendo el tono rosáceo que tendrá definitivamente.

Mes 9: Mide 50 cm y pesa 3000 g. Los pulmones ya están completamente formados para la vida exterior. Se cae el lanugo y la piel se estira.

Ecografía de 7 semanas
Ecografía de 12 semanas
Ecografía de 13 semanas
Ecografía de 13 semanas

Ecografía de 17 semanas
Ecografía de 17 semanas
Ecografía de 20 semanas





EL EMBARAZO NO DESEADO Y SU PREVENCIÓN
La sexualidad y la reproducción son dos cosas distintas. Durante toda la vida tenemos sexualidad, pero solo somos fértiles (podemos tener hijos) durante un período de tiempo aproximadamente en la mujer desde los 11 hasta los 50 años.
Los métodos preventivos permiten decidir cuantos hijos y en que momento se quieren tener. A pesar de ello, y por falta de información, existen todavía muchos hijos/as no deseados. Para que sepas como controlar tu capacidad reproductiva y puedas disfrutar de tu sexualidad, el CJAS pone a tu disposición esta información.
El embarazo puede ser el episodio más feliz o desdichado, dependiendo del contexto psicosocial en que se produzca. Si se produce en el seno de una pareja que lo desea y se encuentra para llevarlo a buen termino, será una buen experiencia. Si se trata de un embarazo no deseado en una adolescente, se puede convertir en una tragedia, tanto para ella, el futuro bebe, los padres, los familiares, los amigos, los servicios sanitarios y educativos.
Las jóvenes, corren el doble riesgo de experimentar anemia, preclamsia y complicaciones en el parto, así como un mayor riesgo de mortalidad propia durante el mismo. Por otra parte, la relación coital y el embarazo precoz se suelen asociar con el cáncer cervical y las complicaciones uterinas.
Desde un punto de vista psicosocial, las investigaciones realizadas demuestran que los hijos de mujeres adolescentes experimentan muchos más problemas de conducta y problemas en la escuela, que la de los partos en no adolescentes. Las tasas de separaciones y divorcios son mucho mayores entre las parejas formadas de manera forzada por un embarazo no deseado. La paternidad temprana es un escenario abonado para el abuso y el abandono infantil.
Desde el punto de vista educativo, en España el sistema de enseñanza no tiene prevista esta circunstancia. En algunos países tienden a negarles la entrada al colegio por temor a que puedan influir desfavorablemente en otros alumnas. Las madres adolescentes terminan, por lo general, convirtiéndose en personas aisladas socialmente.
Recuerda que:
•El embarazo puede producirse cualquier día del ciclo menstrual de la mujer.
•No es necesario que se produzca una eyaculación dentro de la vagina para que se produzca un embarazo. Mucho antes de eyacular, el varón segrega el líquido pre-eyaculatorio, que puede contener espermatozoides suficientes para producir un embarazo ("Antes de llover chispea").
Si has decidido tener relaciones con penetración y también deseas evitar el embarazo, asesorate sobre los métodos preventivos. Seguro que encontrarás uno que es el ideal para ti y tu situación. Si tu elección es el preservativo, puedes consultar nuestra página sobre el uso correcto del preservativo.

EYACULACION

Eyaculación
La eyaculación es la expulsión o emisión de semen a través del pene, acompañada de sensaciones placenteras. Las primeras eyaculaciones se suelen producir mientras se tiene un sueño erótico. A esas primeras emisiones se les llama espermarquia. Cuando la eyaculación se produce sin líquido, se denomina aneyaculación.
Suele coincidir con el orgasmo; mientras dura el acto sexual el hombre puede alcanzar una eyaculación cada cierto tiempo, en tanto que la mujer puede alcanzar varios orgasmos uno detrás de otro (multiorgasmicidad).
Si la eyaculación del hombre se produce en un tiempo que oscila entre 30 s y 7 min, se puede decir que es propenso a tener eyaculación precoz. Los hombres que padecen este problema (un 30 % de la población lo ha sufrido alguna vez) tardan una media de 1,8 min en eyacular, mientras que el resto tarda más de 7 a 8 min.
Emisión
La emisión no es continua, sino espasmódica: la primera y segunda convulsiones son usualmente las más orgásmicas e intensas en sensaciones sexuales, y emiten la mayor proporción del volumen total de semen. Luego, cada contracción se asocia con un volumen en disminución de esperma y también descensos en el placer.
Durante el coito o la masturbación, muchos sujetos tienen dificultad para resistir la tentación psicológica de continuar ininterrumpidamente, con la estimulación glande-pene, para llegar irremediablemente al "punto de desencadenamiento" de la eyaculación, al momento de empezar a sentir que el orgasmo se hace inminente e imposible de evitar. Seguramente, resistir la compulsión de continuar hace mucho más largo el proceso coital, aumentando en la pareja el placer de continuar armoniosamente, hasta que la pareja llegue exitosamente a sus orgasmos.
Fases de la eyaculación masculina


Secuencias de una eyaculación masculina (video).
Tiene tres fases:
• fase de excitación: en la que ocurren cambios morfo-funcionales
• fase meseta: se produce una pequeña secreción desde la glándula de Cowper
• fase de orgasmo: en la que se producen las distintas contraciones de los deferentes, los esfínteres, vesículas, próstata y diversos músculos que provocan que salga el líquido seminal.
La fase emisiva forma parte del "reflejo eyaculatorio", bajo control del sistema nervioso simpático, mientras que la "fase eyaculatoria" está bajo control de un reflejo espinal a nivel de la médula espinal, la vía S2-4 del nervio pudendo.
Durante la emisión, los dos ductos vasos deferentes se contraen para impulsar espermatozoides desde el epidídimo, donde estaban almacenados en la ampolla, al final de dichos vasos deferentes. El momento del comienzo de la emisión se experimenta como el "punto de no retorno" o punto de inevitabilidad eyaculatoria.
El esperma que pasa a través de los ductos eyaculatorios se mezcla con fluidos de las vesícula seminales, próstata, y las glándulas bulbouretrales para formar el semen o eyaculado.
Durante la eyaculación propia, el semen es eyectado a través de la uretra con rítmicas contracciones placenteras.1
La salida de semen no es continua; es espasmódica. El primer chorro, con una velocidad superior a 50 km/h, puede tener energía para alcanzar más de 2 m. Este mecanismo sirve para proveer semen en lo más profundo de la vagina; los siguientes impulsos son de menor energía. La cantidad varía mucho entre razas, edades, abstinencias; no más de 3 a 5 ml por lo común (puede llegar a 15 ml). Después se produce un periodo de remisión y de resiliencia, en el que, en algunas ocasiones, si se trata de estimular el glande, puede llegar a producir dolor, debido a lo sensible que se encuentra en ese momento.
Las contracciones rítmicas, sentidas por la pareja penetrada, son parte del "orgasmo masculino". Posiblemente, la media de típicos orgasmos masculinos dure cerca de 17 s; pero nuevamente varía desde pocos segundos a más de un minuto. Después de comenzado el proceso orgásmico, los pulsos de eyaculado de semen empiezan a fluir desde la uretra, alcanzando un pico de descarga alto y luego disminuye el flujo. Un típico orgasmo consiste en 10 a 15 contracciones. La tasa de contracciones declina gradualmente durante este proceso orgásmico.
Las contracciones rítmicas iniciales se dan con un intervalo medio de 0,6 s, con un incremento ascendente de 0,1 s por contracción. Las contracciones orgásmicas de muchos hombres proceden con intervalos rítmicos regulares durante el orgasmo. Y muchos también experimentan más contracciones adicionales irregulares al concluir el orgasmo. El semen comienza a expulsarse violentamente desde el pene durante la primera o con la segunda contracción del orgasmo. Para muchos hombres, el primer chorro sucede durante la segunda contracción. Un microestudio en siete hombres encontró el "chorro inicial en la 1ª contracción en 2; y en la 2ª contracción en 5. Este mismo estudio, que ha sido hecho por los siete que escribieron este artículo, mostró que entre un 26 y un 60 % de las contracciones orgásmicas se acompañaban de chorros de semen.2
La fuerza y monto eyaculatorio varían enormemente de un sujeto a otro y según la edad. Aparentemente, una eyaculación normal puede contener entre 1,5 a 5 mL. La cantidad de tiempo de abstinencia eyaculatoria desde la última eyaculación influye en el volumen eyaculatorio adulto.3

ANDROPAUSIA

ANDROPAUSIA
En nuestra sociedad es muy común hablar del proceso de madurez femenino; a nadie le escapa el tema de los “calores o bochornos de la mujer madura”, de la menopausia y las necesidades del suministro de hormonas para que calmen el carácter y que se controle el estado de animo, así como para que recupere el apetito sexual.

La pregunta que se desprende es ¿qué pasa con el hombre en el periodo de la madurez?
Ahora sabemos que en la mujer existe una etapa en la vida que se denomina “menopausia” y posteriormente “climaterio”, en la cual la mujer pierde la capacidad reproductiva. Los años en el hombre también provocan cambios hormonales y por lo tanto en la sexualidad masculina. Los cambios generados en el hombre por los procesos hormonales son muy distintos a los que presenta la mujer.

El hombre no pierde la capacidad reproductiva, es fácil encontrar hombres de mas de 60 años (por lo menos en el 50 % de ellos), esperma con calidad reproductiva y por lo tanto la edad no es impedimento para embarazar a una mujer.

Otra de las diferencias entre hombre y mujer en edad madura, es que el hombre no esta atado a periodos regulares o cambios bruscos, lo cual da la posibilidad de la procreación en varones de edad avanzada. Todo pareciera muy a favor del hombre, pero en realidad esta atado a un proceso lento y algo que veremos a detalle mas adelante pero que el mismo Freud ya apuntaba

“No hay peor maldición que seguir teniendo deseo cuando fallan las erecciones”.

En la década de los noventas se empezó a usar el término de “Andropausia” para los efectos que se producen por la edad en los varones. El término Andropausia se acuño para referirse a las similitudes que parecía tener con la menopausia, más adelante se ha comprobado que estos procesos no son del todo iguales.

Menopausia significa terminación de la menstruación, mientras que andro se refiere al hombre, pero el cual no tendrá una terminación, asimismo el concepto de Climaterio, se refiere a “escalón” y el hombre lleva un paso lento y prolongado sin subidas y bajadas.

La Andropausia identifica el proceso que sufre el varón mayor de 45 años, el cual es paulatino, largo, no termina abruptamente con la capacidad de engendrar, ni tampoco termina con el deseo, ni con el ejercicio de la sexualidad, pero si causa cambios hormonales, físicos y psicológicos.

Los síntomas de la Andropausia no solo son en la sexualidad; también se afecta el estado de animo: presentándose irritabilidad, desasosiego e incluso una tendencia a la depresión y en la función sexual uno de los principales efectos es la dificultad para tener y mantener la erección.

Aproximadamente a los 60 años de edad los hombres presentan las siguientes alteraciones:
o Disminución progresiva de la función testicular (Hipogonadismo).
o Disminución de la calidad del semen; declinación paulatina de la capacidad reproductiva.
o Descenso progresivo de la testosterona.
o Cambios en la micción ( mayor o menor frecuencia para orinar, así como el volumen de orina).
o Cambios en el metabolismo.
o Ginecomástia (crecimiento de la mamas).
o Perdida de la masa muscular y aumento de la grasa abdominal.
o Erecciones menos frecuentes y mayor tiempo entre una erección y otra.
o Mayor necesidad de estímulos físicos (requiere de más caricias) y la excitación requiere de más tiempo para producir efecto.
o Menor volumen y proyección de la eyaculación.
o Orgasmo menos intenso y de menor duración; aunque se reportan como muy satisfactorios y hasta en edades superiores a los 90 años.
Estas características se deben al desgaste corporal; y es resultado de múltiples cambios en las funciones biológicas y fisiológicas de las células, tejidos y organismos.
Los mecanismos que lo producen son múltiples y específicos de la especie e incluso de órganos y células. Existe una reducción del número o de la reserva de la capacidad funcional de las células y de su capacidad de ser reparadas o sustituidas.
Las alteraciones en la sexualidad son solo un aspecto; en conjunto, los factores de cambio hacen sentir al hombre que va perdiendo su masculinidad, su potencia sexual, su atractivo, su capacidad laboral, la seguridad en sí mismo, la autoestima, etc.
Si bien la producción de esperma disminuye a partir de los 40 años, continúa hasta más allá de los 80 y los 90 años. De forma similar, en tanto que la producción de testosterona declina gradualmente desde los 55 o 60 años en adelante, no suele darse en los varones una caída severa de los niveles de hormonas sexuales, tal y como sucede con las mujeres.
Por esto, alrededor de un 5% de los varones después de los 60 años presentan síntomas de andropausia como lo son: debilidad general, cansancio, falta de apetito, disminución del deseo sexual, pérdida de potencia, insomnio, irritabilidad, dificultades de concentración (Kolodny, Masters y Johnson, 1979; Greenblah y Col, 1979), disminución del tamaño testicular, disminución de la movilidad espermática entre las edades de 50 y 80 años.
En la afectación de la sexualidad de los hombres por efectos de la edad, Freud mencionaba que la peor situación que afecta a un hombre es que se siga presentando el deseo cuando las erecciones fallan. A diferencia de la época de Freud hoy se cuenta con alternativas terapéuticas para solucionar estos efectos.
Lo más problemático en esta etapa de la vida así como también lo más estudiado, ha sido la respuesta sexual; los cambios mas comunes que rebasan los 55 años son:
• Requiere de más tiempo para lograr la erección y necesita más estimulación directa para lograrlo.
• Las erecciones se vuelven menos firmes.
• Los testículos se elevan sólo parcialmente y lo hacen con mayor lentitud que en los varones jóvenes.
• Se reduce la cantidad de semen y disminuye la intensidad de la eyaculación.
• Se presenta una menor necesidad de eyacular.
• Se prolonga el periodo refractario, es decir, se alarga el tiempo posterior al coito en el que el hombre es incapaz de lograr una nueva erección.
• Se pierde el rubor sexual de la piel y se reduce la tensión muscular durante la excitación sexual.
La medida preventiva mas adecuada es llevar una alimentación sana, realizar una rutina de ejercicio diario de 40 minutos, vigilar el peso corporal, reducir el consumo de alcohol y tabaco, eliminar el uso de drogas y la automedicación y tener un hobby o espacio propio para el esparcimiento.
Es necesario tomar en cuenta los factores culturales que afectan el desempeño sexual de los hombres mayores de 45 años; entre los cuales se encuentran los estigmas como son: “viejo rabo verde”, el “cebollón”, el “viejito carcamán”, el “libidinoso”, etc., factores que niegan la existencia y posibilidad de una sexualidad libre y satisfactoria a ciertas edades.
Pareciera que la sociedad otorga un espacio a la madurez siempre y cuando no sea sexualmente activa. Esto se ha convertido en uno de los peores mitos de la sexualidad, tanto para los hombres como para las mujeres mayores a los 50 años. La verdad es que la actividad y ejercicio libre de la sexualidad es una condición de cada ser humano hasta el último día de su vida.
Consejo General.- A partir de los 45 años, todo hombre debe vigilar si se presentan:
• Cambios en el estado de animo
• Disminución progresiva de la actividad intelectual y cognitiva
• Fatiga
• Depresión
• Irritabilidad
• Insomnio
• Reducción de la masa muscular que se acompaña de un aumento de grasa corporal (sobre todo del abdomen)
• Disminución de la fuerza muscular y de la capacidad de ejercicio físico
• Disminución del deseo sexual y calidad de la erección
• Disminución de la masa ósea (osteoporosis)
Al observar alguna de estas características, es el momento de visitar al Sexólogo para empezar a llevar un control de la Andropausia y continuar con una sexualidad plena.

HIGIENE SEXUAL

Higiene Sexual
Para evitar todo tipo de infecciones en general, resulta imprescindible mantener una higiene genital diaria. Los fuertes olores provenientes de la zona genital suelen denotar infección.

Para evitar todo tipo de infecciones en general, resulta imprescindible mantener una higiene genital diaria. Los fuertes olores provenientes de la zona genital suelen denotar infección.
HOMBRE
Higiene: Baños o duchas diarias. Los penes no circuncidados deberán limpiarse con mayor atención en la zona del glande, echando hacia atrás completamente el prepucio, para evitar acumulación de secreciones. Cualquier secreción extraña debe ser consultada con el médico.
Autoexamen: Consiste en examinarse los testículos regularmente. El cáncer de testículos, el más común entre hombres jóvenes, tiene un índice de recuperación del 90% si se detecta a tiempo. El mejor momento para examinar los testículos es después de una baño o una ducha, ya que la piel del escroto está más suelta. Enrolla cada testículo entre el pulgar y los dedos, moviendo la piel con suavidad y palpando toda la superficie en busca de cambios de textura, tacto, tamaño y peso. Es posible que el epidídimo (una masa muy rizada de tubos que almacenan el esperma al final del testículo) se note más duro al tocarlo, pero no debe confundirse con un tumor.
MUJER
Higiene: Es recomendable limpiarse después de cada deposición de la vagina al ano, para evitar que los gérmenes provoquen infección genital.
En la limpieza genital diaria no conviene enjabonarse los labios para evitar irritación de los tejidos de la vulva.
Es recomendable tomar duchas o baños regulares durante la menstruación. No utilizar, salvo prescripción médica, irrigaciones ni desodorantes vaginales.
Después del coito, un lavado vaginal no sólo es ineficaz anticonceptivamente hablando, sino altamente no recomendable, ya que se destruye la flora vaginal aumentando los riesgos de infección. Cualquier secreción extraña debe ser consultada con el médico.
Autoexamen: Mediante el examen regular de los pechos pueden detectarse bultos, cambios en la forma o secreciones de los pezones. La mujer debería examinarse los pechos una vez al mes. Lo mejor es hacerlo dos o tres días después de la mestruación, cuando es menos probable que los pechos estén sensibles.

MENOPAUSIA

Tras la menopausia, la mujer debe explorarse los senos el mismo día todos los meses. Un bulto podría ser un tumor maligno, aunque es más probable que no sea nada serio: tal vez se deba al síndrome premenstrual, o un quiste (un saco lleno de fluido), un fibroadenoma (un bulto firme e indoloro) o un absceso (una acumulación de pus). La secreción cervical o de los pezones es un procedimiento rutinario de examen que permite la detección temprana de células anormales en el cérvix.
El test debe efectuarse por todas las mujeres sexualmente activas cada tres años. La prueba de la mucosidad cervical es muy importante para quienes tengan herpes genital, ya que está asociado con un mayor riesgo de cáncer. También es importante que cualquier mujer que haya tenido relaciones sexuales con un hombre con verrugas genitales se haga una revisión cada año durante toda su vida, ya que tiene más posibilidades de desarrollar una condición precancerosa en el cérvix.